miércoles, 28 de mayo de 2025

Retratos de compositores del Romanticismo

Este es el enlace para descargar los retratos de compositores del Romanticismo:

Tema 8º: Música vocal romántica

Desde el punto de vista político el Romanticismo es un periodo de suma importancia, donde se pusieron las bases de la sociedad actual tal y como hoy la conocemos. Ya se comentó en el tema anterior que varios países europeos, como Italia y Alemania, se formaron durante el siglo XIX, así como se independizaron los países Sudamericanos de los imperios a los que pertenecían. También desde el punto de vista social hubo importantes avances en este siglo. Se consiguen numerosos derechos que antes no existían para los trabajadores, para las mujeres y para los niños.

La ciencia en el siglo XIX, sobre todo en la segunda mitad, pone las bases de la ciencia moderna. En física, en biología y en medicina se producen importantes descubrimientos que mejoran notablemente la calidad de vida de las personas. Y a partir de 1880 se produce lo que se llamó la Segunda Revolución Industrial, con grandes mejoras en la industria y en las comunicaciones.

En lo que a la música se refiere, la música de salón tuvo un gran protagonismo, pues en los salones de la burguesía y de la aristocracia eran frecuentes las veladas musicales donde se hacía música de cámara y se cantaban canciones. Pero el teatro también será fundamental para el Romanticismo. Este es el gran periodo de la ópera. En todas las ciudades importantes se construyen teatros, y la ópera es el gran espectáculo para los habitantes de las ciudades. Cualquiera podía ir a la ópera por un precio asequible, y en países como Italia era un espectáculo de masas.

Pero será en Alemania donde surgirá un nuevo género vocal romántico. Se trata del lied, que significa canción en alemán, pero generalmente hace referencia a la canción alemana del siglo XIX, la cual logra una íntima unión entre poesía y música. Suele ser compuesta para una voz acompañada de piano, aunque algunos lieder son para más de una voz. A finales del Romanticismo se compusieron lieder para voz y orquesta. Las formas que suele adoptar el lied son: estrófica, ternaria (A – B – A), o rondó (A – B – A – C – A).

A veces eran canciones sueltas sobre poemas aislados, pero en otras ocasiones estas canciones se publicaban en colecciones, donde todas las canciones de la colección tenían algún tema en común.

Prácticamente todos los compositores románticos alemanes compusieron lieder, pero entre los principales podemos citar a los siguientes, con alguno de sus ciclos de canciones más famosos:

- Franz Schubert (“La bella molinera”).
- Robert Schumann (“Amor de poeta”).
- Johannes Brahms.
- Hugo Wolf.

Franz Schubert se puede considerar el inventor de este género, pues compuso nada menos que más de 600 lieder. Utiliza el piano para crear figuraciones que tienen relación con elementos que describe el poema (como por ejemplo imitar el correr del agua o el girar de una rueda).

Después de Schubert será Robert Schumann el otro gran compositor de lieder, con más de 200, donde la música expresa con gran intensidad los sentimientos del poema. Su mujer Clara también era un buen músico, y compuso numerosos lieder.

Johannes Brahms y Hugo Wolf también cultivaron este género musical, y Gustav Mahler fue uno de los primeros en componer grandes lieder con acompañamiento de orquesta.

La enorme popularidad del lied traspasó las fronteras de Alemania, y en otros países se compusieron canciones con características propias. Así, en Francia se compusieron las mélodies.

En España se componían canciones que se acompañaban de piano o de guitarra. Había dos tipos de canción española: una de carácter popular (sobre todo andaluz), y otra de tipo internacional. El sevillano Manuel García es uno de los principales compositores de canciones españolas de este periodo.

Durante el Romanticismo la ópera floreció en varios países de Europa, y en cada país la ópera tuvo características propias. Pero sin duda sería la ópera italiana la que más gustaba y la que más popularidad alcanzó, y no sólo en Italia, sino prácticamente en todo el mundo. Y es que la ópera italiana tenía unas características que la hacían más atractiva que otras óperas o que otros espectáculos, y por eso gustaba tanto. Esas características de la ópera italiana del siglo XIX las podemos resumir en las siguientes:

- Melodías de gran belleza.
- Gran virtuosismo de la voz.
- Un importante protagonismo de los coros.

Ese gran éxito de la ópera italiana llevó a que los principales compositores de ópera fueran personas famosas y aclamadas en todo el mundo. Durante el primer Romanticismo podemos destacar sobre todo a tres compositores italianos. Sin duda el de más éxito, y no sólo en Italia, sería Rossini. Sus óperas llenaban los teatros, y el compositor era aclamado por el público en todas partes donde se representaban sus óperas. No todas sus óperas fueron igual de famosas, pero sí tuvo varias que fueron las favoritas del público. Y sin duda la de mayor éxito y la preferida por el público de todos los países sería su ópera El barbero de Sevilla. Gracias al gran éxito de sus óperas Rossini dejó de componer óperas a mitad de su vida, y se dedicó a vivir del dinero que le proporcionaban las óperas que había compuesto anteriormente, que eran aclamadas en todas partes.

Después de Rossini, otros dos compositores de ópera italiana de gran éxito fueron Donizetti y Bellini. Entre las muchas óperas famosas de Donizetti podemos mencionar a Don Pasquale. Bellini vivió poco tiempo (34 años) y compuso tan sólo diez óperas. Una de sus más famosas sería Norma.

En el segundo Romanticismo (también llamado Romanticismo pleno) destacó por encima de todos una gran figura de la ópera italiana: Giuseppe Verdi. Su éxito y su fama traspasaban el mundo de la música, pues llegó a ser una de las personas más queridas del pueblo italiano, quien lo aclamaba incluso para el mundo de la política (había quien quería que se presentara a presidente de la República Italiana). De las muchísimas óperas que Verdi compuso (pues vivió casi 90 años), varias de ellas fueron muy famosas en todo el mundo. Podemos mencionar por ejemplo a Nabuco, Rigoletto, La traviata y Aida.

A finales del siglo XIX se desarrolló en Italia un tipo de ópera con unas características distintivas. Se llamó el verismo, y podemos definirla como un tipo de ópera de finales del siglo XIX en la que se pretende exponer la vida real de su tiempo tal y como es. El principal compositor considerado del verismo es Giacomo Puccini, con óperas tan famosas como: Tosca, y Madame Butterfly.

En Alemania surgiría en este periodo una ópera con características propias y algo diferente a la ópera italiana. El compositor Carl Maria von Weber se considera el iniciador de la ópera romántica alemana en la primera mitad del siglo XIX. Su ópera más famosa es El cazador furtivo.

Sin embargo, el compositor alemán más importante de ópera es Richard Wagner, ya en la segunda mitad del siglo. Algunas de sus grandes óperas son: Los Maestros Cantores y Tristán e Isolda. Se trataba de óperas grandiosas, varias de ellas de más de cuatro horas de duración. Él no quería que sus obras se llamaran “óperas”, pues ésta es una palabra italiana, y prefería que se la llamara “drama wagneriano”. Las características del drama wagneriano son:

- Trata casi siempre de temas mitológicos y de leyendas antiguas.
- Utiliza el alemán como idioma.
- Consigue una íntima unión entre poesía, música y teatro.
- La orquesta es el elemento principal de estas óperas.

Una variante de la ópera sería la opereta. Podemos definirla como una obra escénica en la se combinan pasajes hablados con otros cantados, y sus temas solían ser alegres y humorísticos. Se diferencia por tanto de la ópera porque no es todo música de principio a fin, sino sólo algunas partes llevan música.

La opereta se cultivó principalmente en Francia con Jacques Offenbach, y en Austria con Johann Strauss.

Con el auge del nacionalismo en el siglo XIX surgieron óperas nacionales en varios países europeos que no eran los países de mayor tradición musical. Es decir, surgieron tipos de óperas fuera de Italia, Francia y Alemania. Así, en Rusia el nacionalismo tuvo una gran implantación, y se gestó una música nacionalista rusa tanto en música instrumental como en música vocal.

Algunos compositores importantes de ópera rusa en el siglo XIX fueron:

- Glinka.
- Mussorgsky: Boris Godunov.
- Tchaikovsky: Eugen Oneguin.

En España también surgió una ópera nacionalista, pero más que la ópera sería la zarzuela lo que al público español más le gustaba. La zarzuela tomó forma en la segunda mitad del siglo XIX, y había dos tipos: zarzuela grande y zarzuela chica.

Como indica su nombre, la zarzuela grande era una obra de larga duración, con las siguientes características:

- Tiene tres actos, alternando partes habladas con partes musicales.
- Trata de temas históricos españoles.
- Los coros tienen un gran protagonismo.

Puede considerarse a Francisco Asenjo Barbieri el principal compositor de zarzuela grande en el siglo XIX, y su obra más famosa El barberillo de Lavapiés.

Por su parte, el llamado género chico apareció a partir de 1880. Eran obras cortas, de aproximadamente una hora, de manera que había muchas funciones a lo largo del día (casi una representación por cada hora), a las cuales el público podía acudir por un precio muy asequible. El género chico en España tiene las siguientes características:

- Tiene un solo acto, alternando partes habladas con partes musicales.
- Es frecuente la presencia de ritmos y danzas españolas.
- Sus temas son sobre asuntos cotidianos, y sus personajes son gente sencilla.

Algunos compositores famosos del género chico español son: Federico Chueca, Tomás Bretón, Ruperto Chapí, y Jerónimo Jiménez.