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miércoles, 28 de mayo de 2025
Tema 8º: Música vocal romántica
Desde el punto de vista político el Romanticismo es un periodo de suma importancia, donde se pusieron las bases de la sociedad actual tal y como hoy la conocemos. Ya se comentó en el tema anterior que varios países europeos, como Italia y Alemania, se formaron durante el siglo XIX, así como se independizaron los países Sudamericanos de los imperios a los que pertenecían. También desde el punto de vista social hubo importantes avances en este siglo. Se consiguen numerosos derechos que antes no existían para los trabajadores, para las mujeres y para los niños.
La ciencia en el siglo XIX, sobre todo en la segunda mitad, pone las bases de la ciencia moderna. En física, en biología y en medicina se producen importantes descubrimientos que mejoran notablemente la calidad de vida de las personas. Y a partir de 1880 se produce lo que se llamó la Segunda Revolución Industrial, con grandes mejoras en la industria y en las comunicaciones.
En lo que a la música se refiere, la música de salón tuvo un gran protagonismo, pues en los salones de la burguesía y de la aristocracia eran frecuentes las veladas musicales donde se hacía música de cámara y se cantaban canciones. Pero el teatro también será fundamental para el Romanticismo. Este es el gran periodo de la ópera. En todas las ciudades importantes se construyen teatros, y la ópera es el gran espectáculo para los habitantes de las ciudades. Cualquiera podía ir a la ópera por un precio asequible, y en países como Italia era un espectáculo de masas.
Pero será en Alemania donde surgirá un nuevo género vocal romántico. Se trata del lied, que significa canción en alemán, pero generalmente hace referencia a la canción alemana del siglo XIX, la cual logra una íntima unión entre poesía y música. Suele ser compuesta para una voz acompañada de piano, aunque algunos lieder son para más de una voz. A finales del Romanticismo se compusieron lieder para voz y orquesta. Las formas que suele adoptar el lied son: estrófica, ternaria (A – B – A), o rondó (A – B – A – C – A).
A veces eran canciones sueltas sobre poemas aislados, pero en otras ocasiones estas canciones se publicaban en colecciones, donde todas las canciones de la colección tenían algún tema en común.
Prácticamente todos los compositores románticos alemanes compusieron lieder, pero entre los principales podemos citar a los siguientes, con alguno de sus ciclos de canciones más famosos:
- Franz Schubert (“La bella molinera”).
- Robert Schumann (“Amor de poeta”).
- Johannes Brahms.
- Hugo Wolf.
Franz Schubert se puede considerar el inventor de este género, pues compuso nada menos que más de 600 lieder. Utiliza el piano para crear figuraciones que tienen relación con elementos que describe el poema (como por ejemplo imitar el correr del agua o el girar de una rueda).
Después de Schubert será Robert Schumann el otro gran compositor de lieder, con más de 200, donde la música expresa con gran intensidad los sentimientos del poema. Su mujer Clara también era un buen músico, y compuso numerosos lieder.
Johannes Brahms y Hugo Wolf también cultivaron este género musical, y Gustav Mahler fue uno de los primeros en componer grandes lieder con acompañamiento de orquesta.
La enorme popularidad del lied traspasó las fronteras de Alemania, y en otros países se compusieron canciones con características propias. Así, en Francia se compusieron las mélodies.
En España se componían canciones que se acompañaban de piano o de guitarra. Había dos tipos de canción española: una de carácter popular (sobre todo andaluz), y otra de tipo internacional. El sevillano Manuel García es uno de los principales compositores de canciones españolas de este periodo.
Durante el Romanticismo la ópera floreció en varios países de Europa, y en cada país la ópera tuvo características propias. Pero sin duda sería la ópera italiana la que más gustaba y la que más popularidad alcanzó, y no sólo en Italia, sino prácticamente en todo el mundo. Y es que la ópera italiana tenía unas características que la hacían más atractiva que otras óperas o que otros espectáculos, y por eso gustaba tanto. Esas características de la ópera italiana del siglo XIX las podemos resumir en las siguientes:
- Melodías de gran belleza.
- Gran virtuosismo de la voz.
- Un importante protagonismo de los coros.
Ese gran éxito de la ópera italiana llevó a que los principales compositores de ópera fueran personas famosas y aclamadas en todo el mundo. Durante el primer Romanticismo podemos destacar sobre todo a tres compositores italianos. Sin duda el de más éxito, y no sólo en Italia, sería Rossini. Sus óperas llenaban los teatros, y el compositor era aclamado por el público en todas partes donde se representaban sus óperas. No todas sus óperas fueron igual de famosas, pero sí tuvo varias que fueron las favoritas del público. Y sin duda la de mayor éxito y la preferida por el público de todos los países sería su ópera El barbero de Sevilla. Gracias al gran éxito de sus óperas Rossini dejó de componer óperas a mitad de su vida, y se dedicó a vivir del dinero que le proporcionaban las óperas que había compuesto anteriormente, que eran aclamadas en todas partes.
Después de Rossini, otros dos compositores de ópera italiana de gran éxito fueron Donizetti y Bellini. Entre las muchas óperas famosas de Donizetti podemos mencionar a Don Pasquale. Bellini vivió poco tiempo (34 años) y compuso tan sólo diez óperas. Una de sus más famosas sería Norma.
En el segundo Romanticismo (también llamado Romanticismo pleno) destacó por encima de todos una gran figura de la ópera italiana: Giuseppe Verdi. Su éxito y su fama traspasaban el mundo de la música, pues llegó a ser una de las personas más queridas del pueblo italiano, quien lo aclamaba incluso para el mundo de la política (había quien quería que se presentara a presidente de la República Italiana). De las muchísimas óperas que Verdi compuso (pues vivió casi 90 años), varias de ellas fueron muy famosas en todo el mundo. Podemos mencionar por ejemplo a Nabuco, Rigoletto, La traviata y Aida.
A finales del siglo XIX se desarrolló en Italia un tipo de ópera con unas características distintivas. Se llamó el verismo, y podemos definirla como un tipo de ópera de finales del siglo XIX en la que se pretende exponer la vida real de su tiempo tal y como es. El principal compositor considerado del verismo es Giacomo Puccini, con óperas tan famosas como: Tosca, y Madame Butterfly.
En Alemania surgiría en este periodo una ópera con características propias y algo diferente a la ópera italiana. El compositor Carl Maria von Weber se considera el iniciador de la ópera romántica alemana en la primera mitad del siglo XIX. Su ópera más famosa es El cazador furtivo.
Sin embargo, el compositor alemán más importante de ópera es Richard Wagner, ya en la segunda mitad del siglo. Algunas de sus grandes óperas son: Los Maestros Cantores y Tristán e Isolda. Se trataba de óperas grandiosas, varias de ellas de más de cuatro horas de duración. Él no quería que sus obras se llamaran “óperas”, pues ésta es una palabra italiana, y prefería que se la llamara “drama wagneriano”. Las características del drama wagneriano son:
- Trata casi siempre de temas mitológicos y de leyendas antiguas.
- Utiliza el alemán como idioma.
- Consigue una íntima unión entre poesía, música y teatro.
- La orquesta es el elemento principal de estas óperas.
Una variante de la ópera sería la opereta. Podemos definirla como una obra escénica en la se combinan pasajes hablados con otros cantados, y sus temas solían ser alegres y humorísticos. Se diferencia por tanto de la ópera porque no es todo música de principio a fin, sino sólo algunas partes llevan música.
La opereta se cultivó principalmente en Francia con Jacques Offenbach, y en Austria con Johann Strauss.
Con el auge del nacionalismo en el siglo XIX surgieron óperas nacionales en varios países europeos que no eran los países de mayor tradición musical. Es decir, surgieron tipos de óperas fuera de Italia, Francia y Alemania. Así, en Rusia el nacionalismo tuvo una gran implantación, y se gestó una música nacionalista rusa tanto en música instrumental como en música vocal.
Algunos compositores importantes de ópera rusa en el siglo XIX fueron:
- Glinka.
- Mussorgsky: Boris Godunov.
- Tchaikovsky: Eugen Oneguin.
En España también surgió una ópera nacionalista, pero más que la ópera sería la zarzuela lo que al público español más le gustaba. La zarzuela tomó forma en la segunda mitad del siglo XIX, y había dos tipos: zarzuela grande y zarzuela chica.
Como indica su nombre, la zarzuela grande era una obra de larga duración, con las siguientes características:
- Tiene tres actos, alternando partes habladas con partes musicales.
- Trata de temas históricos españoles.
- Los coros tienen un gran protagonismo.
Puede considerarse a Francisco Asenjo Barbieri el principal compositor de zarzuela grande en el siglo XIX, y su obra más famosa El barberillo de Lavapiés.
Por su parte, el llamado género chico apareció a partir de 1880. Eran obras cortas, de aproximadamente una hora, de manera que había muchas funciones a lo largo del día (casi una representación por cada hora), a las cuales el público podía acudir por un precio muy asequible. El género chico en España tiene las siguientes características:
- Tiene un solo acto, alternando partes habladas con partes musicales.
- Es frecuente la presencia de ritmos y danzas españolas.
- Sus temas son sobre asuntos cotidianos, y sus personajes son gente sencilla.
Algunos compositores famosos del género chico español son: Federico Chueca, Tomás Bretón, Ruperto Chapí, y Jerónimo Jiménez.
La ciencia en el siglo XIX, sobre todo en la segunda mitad, pone las bases de la ciencia moderna. En física, en biología y en medicina se producen importantes descubrimientos que mejoran notablemente la calidad de vida de las personas. Y a partir de 1880 se produce lo que se llamó la Segunda Revolución Industrial, con grandes mejoras en la industria y en las comunicaciones.
En lo que a la música se refiere, la música de salón tuvo un gran protagonismo, pues en los salones de la burguesía y de la aristocracia eran frecuentes las veladas musicales donde se hacía música de cámara y se cantaban canciones. Pero el teatro también será fundamental para el Romanticismo. Este es el gran periodo de la ópera. En todas las ciudades importantes se construyen teatros, y la ópera es el gran espectáculo para los habitantes de las ciudades. Cualquiera podía ir a la ópera por un precio asequible, y en países como Italia era un espectáculo de masas.
Pero será en Alemania donde surgirá un nuevo género vocal romántico. Se trata del lied, que significa canción en alemán, pero generalmente hace referencia a la canción alemana del siglo XIX, la cual logra una íntima unión entre poesía y música. Suele ser compuesta para una voz acompañada de piano, aunque algunos lieder son para más de una voz. A finales del Romanticismo se compusieron lieder para voz y orquesta. Las formas que suele adoptar el lied son: estrófica, ternaria (A – B – A), o rondó (A – B – A – C – A).
A veces eran canciones sueltas sobre poemas aislados, pero en otras ocasiones estas canciones se publicaban en colecciones, donde todas las canciones de la colección tenían algún tema en común.
Prácticamente todos los compositores románticos alemanes compusieron lieder, pero entre los principales podemos citar a los siguientes, con alguno de sus ciclos de canciones más famosos:
- Franz Schubert (“La bella molinera”).
- Robert Schumann (“Amor de poeta”).
- Johannes Brahms.
- Hugo Wolf.
Franz Schubert se puede considerar el inventor de este género, pues compuso nada menos que más de 600 lieder. Utiliza el piano para crear figuraciones que tienen relación con elementos que describe el poema (como por ejemplo imitar el correr del agua o el girar de una rueda).
Después de Schubert será Robert Schumann el otro gran compositor de lieder, con más de 200, donde la música expresa con gran intensidad los sentimientos del poema. Su mujer Clara también era un buen músico, y compuso numerosos lieder.
Johannes Brahms y Hugo Wolf también cultivaron este género musical, y Gustav Mahler fue uno de los primeros en componer grandes lieder con acompañamiento de orquesta.
La enorme popularidad del lied traspasó las fronteras de Alemania, y en otros países se compusieron canciones con características propias. Así, en Francia se compusieron las mélodies.
En España se componían canciones que se acompañaban de piano o de guitarra. Había dos tipos de canción española: una de carácter popular (sobre todo andaluz), y otra de tipo internacional. El sevillano Manuel García es uno de los principales compositores de canciones españolas de este periodo.
Durante el Romanticismo la ópera floreció en varios países de Europa, y en cada país la ópera tuvo características propias. Pero sin duda sería la ópera italiana la que más gustaba y la que más popularidad alcanzó, y no sólo en Italia, sino prácticamente en todo el mundo. Y es que la ópera italiana tenía unas características que la hacían más atractiva que otras óperas o que otros espectáculos, y por eso gustaba tanto. Esas características de la ópera italiana del siglo XIX las podemos resumir en las siguientes:
- Melodías de gran belleza.
- Gran virtuosismo de la voz.
- Un importante protagonismo de los coros.
Ese gran éxito de la ópera italiana llevó a que los principales compositores de ópera fueran personas famosas y aclamadas en todo el mundo. Durante el primer Romanticismo podemos destacar sobre todo a tres compositores italianos. Sin duda el de más éxito, y no sólo en Italia, sería Rossini. Sus óperas llenaban los teatros, y el compositor era aclamado por el público en todas partes donde se representaban sus óperas. No todas sus óperas fueron igual de famosas, pero sí tuvo varias que fueron las favoritas del público. Y sin duda la de mayor éxito y la preferida por el público de todos los países sería su ópera El barbero de Sevilla. Gracias al gran éxito de sus óperas Rossini dejó de componer óperas a mitad de su vida, y se dedicó a vivir del dinero que le proporcionaban las óperas que había compuesto anteriormente, que eran aclamadas en todas partes.
Después de Rossini, otros dos compositores de ópera italiana de gran éxito fueron Donizetti y Bellini. Entre las muchas óperas famosas de Donizetti podemos mencionar a Don Pasquale. Bellini vivió poco tiempo (34 años) y compuso tan sólo diez óperas. Una de sus más famosas sería Norma.
En el segundo Romanticismo (también llamado Romanticismo pleno) destacó por encima de todos una gran figura de la ópera italiana: Giuseppe Verdi. Su éxito y su fama traspasaban el mundo de la música, pues llegó a ser una de las personas más queridas del pueblo italiano, quien lo aclamaba incluso para el mundo de la política (había quien quería que se presentara a presidente de la República Italiana). De las muchísimas óperas que Verdi compuso (pues vivió casi 90 años), varias de ellas fueron muy famosas en todo el mundo. Podemos mencionar por ejemplo a Nabuco, Rigoletto, La traviata y Aida.
A finales del siglo XIX se desarrolló en Italia un tipo de ópera con unas características distintivas. Se llamó el verismo, y podemos definirla como un tipo de ópera de finales del siglo XIX en la que se pretende exponer la vida real de su tiempo tal y como es. El principal compositor considerado del verismo es Giacomo Puccini, con óperas tan famosas como: Tosca, y Madame Butterfly.
En Alemania surgiría en este periodo una ópera con características propias y algo diferente a la ópera italiana. El compositor Carl Maria von Weber se considera el iniciador de la ópera romántica alemana en la primera mitad del siglo XIX. Su ópera más famosa es El cazador furtivo.
Sin embargo, el compositor alemán más importante de ópera es Richard Wagner, ya en la segunda mitad del siglo. Algunas de sus grandes óperas son: Los Maestros Cantores y Tristán e Isolda. Se trataba de óperas grandiosas, varias de ellas de más de cuatro horas de duración. Él no quería que sus obras se llamaran “óperas”, pues ésta es una palabra italiana, y prefería que se la llamara “drama wagneriano”. Las características del drama wagneriano son:
- Trata casi siempre de temas mitológicos y de leyendas antiguas.
- Utiliza el alemán como idioma.
- Consigue una íntima unión entre poesía, música y teatro.
- La orquesta es el elemento principal de estas óperas.
Una variante de la ópera sería la opereta. Podemos definirla como una obra escénica en la se combinan pasajes hablados con otros cantados, y sus temas solían ser alegres y humorísticos. Se diferencia por tanto de la ópera porque no es todo música de principio a fin, sino sólo algunas partes llevan música.
La opereta se cultivó principalmente en Francia con Jacques Offenbach, y en Austria con Johann Strauss.
Con el auge del nacionalismo en el siglo XIX surgieron óperas nacionales en varios países europeos que no eran los países de mayor tradición musical. Es decir, surgieron tipos de óperas fuera de Italia, Francia y Alemania. Así, en Rusia el nacionalismo tuvo una gran implantación, y se gestó una música nacionalista rusa tanto en música instrumental como en música vocal.
Algunos compositores importantes de ópera rusa en el siglo XIX fueron:
- Glinka.
- Mussorgsky: Boris Godunov.
- Tchaikovsky: Eugen Oneguin.
En España también surgió una ópera nacionalista, pero más que la ópera sería la zarzuela lo que al público español más le gustaba. La zarzuela tomó forma en la segunda mitad del siglo XIX, y había dos tipos: zarzuela grande y zarzuela chica.
Como indica su nombre, la zarzuela grande era una obra de larga duración, con las siguientes características:
- Tiene tres actos, alternando partes habladas con partes musicales.
- Trata de temas históricos españoles.
- Los coros tienen un gran protagonismo.
Puede considerarse a Francisco Asenjo Barbieri el principal compositor de zarzuela grande en el siglo XIX, y su obra más famosa El barberillo de Lavapiés.
Por su parte, el llamado género chico apareció a partir de 1880. Eran obras cortas, de aproximadamente una hora, de manera que había muchas funciones a lo largo del día (casi una representación por cada hora), a las cuales el público podía acudir por un precio muy asequible. El género chico en España tiene las siguientes características:
- Tiene un solo acto, alternando partes habladas con partes musicales.
- Es frecuente la presencia de ritmos y danzas españolas.
- Sus temas son sobre asuntos cotidianos, y sus personajes son gente sencilla.
Algunos compositores famosos del género chico español son: Federico Chueca, Tomás Bretón, Ruperto Chapí, y Jerónimo Jiménez.
lunes, 28 de abril de 2025
Tema 7º: Música instrumental en el Romanticismo
El Romanticismo es un periodo de la Historia de la Música y del Arte en general que comprende más o menos el siglo XIX, si bien los límites de su duración no siempre están claros. Se suele decir que el Romanticismo comprende aproximadamente desde principios del siglo XIX hasta principios del siglo XX (1914).
Esta es una época que se caracteriza por los sentimientos y la sensibilidad desbordados. Es decir, que el sentimiento, la fantasía y las emociones son más importantes que la razón. Hay a menudo un gran interés por la imaginación y por los ambientes misteriosos y lúgubres. Así lo reflejan la obra de grandes escritores y pintores de la época.
Desde el punto de vista político, el Romanticismo es un periodo clave en la historia. Muchos de los países modernos se formaron en esta época, como es el caso de Italia y de Alemania (que hasta el siglo XVIII no existían como países, sino que eran multitud de pequeños estados), y de la mayoría de los países Sudamericanos, que se independizaron del Imperio Español.
Respecto a la música, cada periodo de la historia ha tenido su importancia desde el punto de vista musical, pero sin duda el siglo XIX es el más importante de todos los periodos, pues la gente en esa época pensaba que la música era la más importante de las artes. Casi todo el mundo hablaba de música, acudía a los teatros si se lo podía permitir, los periódicos escribían de música cada día, e incluso se hacía música en muchas casas. La música era, en definitiva, la más romántica de las artes.
Como prueba de su importancia está el hecho de que en las principales ciudades europeas y americanas se construyeron teatros para la ópera, y se fundaron algunas de las orquestas más antiguas que existen hoy en día: en Viena, en París, en Madrid, en Barcelona,…
La música romántica tiene unas características propias que la distinguen de la música de otros periodos de la historia. Podemos resumirlas en los tres siguientes puntos:
- Esta música considera más importante la expresión de las emociones que la forma de la música misma.
- Las melodías románticas son apasionadas, y las armonías son ricas y variadas.
- A lo largo del siglo XIX la orquesta crece mucho, hasta llegar a la gran orquesta posromántica.
Vemos así que las emociones son muy importantes en la música; lo que persigue un compositor con su música es que el espectador se emocione con ella. Esto es lo principal en una obra musical, más que la forma que pueda tener la música, su equilibrio, o cualquier otra cualidad. Y esa expresión lo consigue mediante melodías muy apasionadas, que llegan directamente al corazón, y unas armonías y una orquestación muy variada y colorista, llena de contrastes.
Como sucede con todo periodo de la historia extenso, éste se suele dividir a su vez en varios subperiodos, habitualmente en tres. Así, el Romanticismo se puede dividir en las siguientes etapas:
- Primer romanticismo: desde comienzos del siglo XIX hasta mediados del siglo.
- Segundo romanticismo: desde mediados del siglo XIX hasta la década de 1880.
- Posromanticismo: desde la década de 1880 hasta principios del siglo XX.
Son muchos los compositores importantes del Romanticismo, cuya música forma parte hoy día de los programas de concierto de cualquier orquesta del mundo. Algunos de los más importantes (aunque no todos) serían los siguientes:
- Primer romanticismo: las últimas obras de Beethoven, Schubert, Mendelssohn, Schumann, Chopin.
- Segundo romanticismo: Liszt, Wagner, Brahms, Verdi.
- Posromanticismo: Mahler, Richard Strauss, Bruckner.
El piano es el gran instrumento inventado en el Romanticismo, instrumento potente y de gran expresividad, idóneo por tanto para la expresión de los sentimientos románticos. En el siglo XVIII (en la época de Mozart) lo que existía era el forte-piano, un instrumento parecido, pero no es el piano romántico, que es el piano moderno que hoy día conocemos. Se inventaron dos tipos de piano: uno grande (de cola) para las salas de concierto, y otro de pared (o vertical) para las casas. Éste último ocupaba poco espacio, era como un mueble más en las casas burguesas.
La importancia del piano durante el siglo XIX fue impresionante. Prácticamente no había hogar de nivel social medio-alto donde no hubiera un piano, el cual tocaba algún miembro de la familia, y servía para amenizar las fiestas cantando canciones en familia o entre amigos. Cualquier muchacha de clase media y buena educación debía saber tocar el piano, por lo que muchos músicos se dedicaron a dar clases particulares a señoritas de la burguesía.
Como consecuencia del gran apogeo del piano, creció toda una industria alrededor de este instrumento. Se fabricaron pianos a millares, y se compusieron miles y miles de obras. Además de las obras extensas para concierto (como sonatas, conciertos para piano y orquesta, etc.), se compusieron multitud de pequeñas piezas para piano, que recibieron distintos nombres según su carácter o su funcionalidad: nocturno, estudio, balada, polonesa, mazurca, etc. Algunas de estas piezas servían para el estudio del instrumento, otras estaban basadas en alguna danza (mazurca, polonesa, polca), otras son más bien poéticas (nocturno, balada), etc.
Se puede decir que la práctica totalidad de los compositores del Romanticismo eran buenos pianistas, pero algunos de ellos fueron excepcionalmente buenos. Entre los mejores podemos citar al menos a tres: Frédéric Chopin, Robert Schumann y Franz Liszt. Chopin dedicó toda su vida exclusivamente al piano. Por su parte, Franz Liszt era el pianista más famoso y cotizado de su época. Era aclamado en todas las ciudades como un ídolo, y sus conciertos provocaban la admiración de todo aquel que lo escuchaba. Ganó muchísimo dinero y admiración como intérprete de piano, más que como compositor.
Pero aparte del piano, lo más atractivo de la música del Romanticismo es la música sinfónica. Y es que el siglo XIX es el gran siglo de la orquesta. Desde principios de siglo hasta finales la orquesta crece muchísimo, llegando a haber grandes orquestas de más de cien músicos, con todo tipo de instrumentos de cuerda, viento y percusión. Los instrumentos de viento mejoran muchísimo su técnica y su calidad de sonido.
De esta manera, casi todos los grandes compositores de esta época compusieron música para orquesta, especialmente conciertos para un instrumento solista y orquesta, y sinfonías.
Se puede decir que la sinfonía se convirtió en la gran forma musical para orquesta, por lo que hubo grandes sinfonistas en este periodo. Algunos de los más importantes sinfonistas del Romanticismo fueron:
- Franz Schubert: 9 sinfonías.
- Félix Mendelssohn: 5 sinfonías.
- Robert Schumann: 4 sinfonías.
- Anton Bruckner: 9 sinfonías.
- Johannes Brahms: 4 sinfonías.
- Anton Dvorak: 9 sinfonías.
- Tchaikovsky: 6 sinfonías.
- Gustav Mahler: 9 sinfonías.
Durante el Romanticismo los compositores cultivaron prácticamente los mismos géneros musicales que habían compuesto los compositores clásicos, tanto en música de cámara, como en música sinfónica, y también en música vocal.
Sin embargo, uno de los principales inventos de este periodo sería la música programática. Ésta se puede definir como un tipo de música sinfónica que sigue un tema o programa literario, el cual inspira la obra. Las dos formas de música programática son: la sinfonía programática, y el poema sinfónico. Los primeros compositores en componer este tipo de música fueron Héctor Berlioz y Franz Liszt.
La sinfonía programática consistía en una sinfonía (con sus tres, cuatro o más movimientos), pero con ella se pretendía contar alguna historia o relato, sólo con los sonidos de la orquesta. Un ejemplo podría ser la sinfonía “Harold en Italia”, de Héctor Berlioz, donde la orquesta trata de describir todos los acontecimientos que el personaje, Harold, vive en su viaje por Italia, tal y como se relatan en el libro.
Por su parte el poema sinfónico es una pieza en un solo movimiento, que suele durar entre 5 y 15 minutos, e igualmente trata de describir con los sonidos de la orquesta una historia o relato literario.
El Romanticismo también supuso el apogeo del nacionalismo musical. Éste se puede definir como aquella música que busca la esencia nacional haciendo uso de la danza y la canción folclórica de un país o región.
Los países donde el nacionalismo se desarrolló con mayor fuerza fueron aquellos en los que hasta el siglo XIX no habían tenido una gran tradición musical internacional, como era el caso de Italia, Francia, o incluso Alemania desde el siglo XVIII. Por tanto, sería en Rusia, en Centroeuropa, en los países escandinavos, y también en España, donde surgirían los más importantes compositores nacionalistas del siglo XIX, los cuales utilizaron en sus obras elementos musicales propios de su folclore nacional.
Algunos de los más importantes compositores nacionalistas fueron:
- En Rusia: Glinka, Rimski-Korsakov y Mussorgsky.
- En Centroeuropa: Smetana y Anton Dvorak.
- En España: Enrique Granados e Isaac Albéniz.
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Esta es una época que se caracteriza por los sentimientos y la sensibilidad desbordados. Es decir, que el sentimiento, la fantasía y las emociones son más importantes que la razón. Hay a menudo un gran interés por la imaginación y por los ambientes misteriosos y lúgubres. Así lo reflejan la obra de grandes escritores y pintores de la época.
Desde el punto de vista político, el Romanticismo es un periodo clave en la historia. Muchos de los países modernos se formaron en esta época, como es el caso de Italia y de Alemania (que hasta el siglo XVIII no existían como países, sino que eran multitud de pequeños estados), y de la mayoría de los países Sudamericanos, que se independizaron del Imperio Español.
Respecto a la música, cada periodo de la historia ha tenido su importancia desde el punto de vista musical, pero sin duda el siglo XIX es el más importante de todos los periodos, pues la gente en esa época pensaba que la música era la más importante de las artes. Casi todo el mundo hablaba de música, acudía a los teatros si se lo podía permitir, los periódicos escribían de música cada día, e incluso se hacía música en muchas casas. La música era, en definitiva, la más romántica de las artes.
Como prueba de su importancia está el hecho de que en las principales ciudades europeas y americanas se construyeron teatros para la ópera, y se fundaron algunas de las orquestas más antiguas que existen hoy en día: en Viena, en París, en Madrid, en Barcelona,…
La música romántica tiene unas características propias que la distinguen de la música de otros periodos de la historia. Podemos resumirlas en los tres siguientes puntos:
- Esta música considera más importante la expresión de las emociones que la forma de la música misma.
- Las melodías románticas son apasionadas, y las armonías son ricas y variadas.
- A lo largo del siglo XIX la orquesta crece mucho, hasta llegar a la gran orquesta posromántica.
Vemos así que las emociones son muy importantes en la música; lo que persigue un compositor con su música es que el espectador se emocione con ella. Esto es lo principal en una obra musical, más que la forma que pueda tener la música, su equilibrio, o cualquier otra cualidad. Y esa expresión lo consigue mediante melodías muy apasionadas, que llegan directamente al corazón, y unas armonías y una orquestación muy variada y colorista, llena de contrastes.
Como sucede con todo periodo de la historia extenso, éste se suele dividir a su vez en varios subperiodos, habitualmente en tres. Así, el Romanticismo se puede dividir en las siguientes etapas:
- Primer romanticismo: desde comienzos del siglo XIX hasta mediados del siglo.
- Segundo romanticismo: desde mediados del siglo XIX hasta la década de 1880.
- Posromanticismo: desde la década de 1880 hasta principios del siglo XX.
Son muchos los compositores importantes del Romanticismo, cuya música forma parte hoy día de los programas de concierto de cualquier orquesta del mundo. Algunos de los más importantes (aunque no todos) serían los siguientes:
- Primer romanticismo: las últimas obras de Beethoven, Schubert, Mendelssohn, Schumann, Chopin.
- Segundo romanticismo: Liszt, Wagner, Brahms, Verdi.
- Posromanticismo: Mahler, Richard Strauss, Bruckner.
El piano es el gran instrumento inventado en el Romanticismo, instrumento potente y de gran expresividad, idóneo por tanto para la expresión de los sentimientos románticos. En el siglo XVIII (en la época de Mozart) lo que existía era el forte-piano, un instrumento parecido, pero no es el piano romántico, que es el piano moderno que hoy día conocemos. Se inventaron dos tipos de piano: uno grande (de cola) para las salas de concierto, y otro de pared (o vertical) para las casas. Éste último ocupaba poco espacio, era como un mueble más en las casas burguesas.
La importancia del piano durante el siglo XIX fue impresionante. Prácticamente no había hogar de nivel social medio-alto donde no hubiera un piano, el cual tocaba algún miembro de la familia, y servía para amenizar las fiestas cantando canciones en familia o entre amigos. Cualquier muchacha de clase media y buena educación debía saber tocar el piano, por lo que muchos músicos se dedicaron a dar clases particulares a señoritas de la burguesía.
Como consecuencia del gran apogeo del piano, creció toda una industria alrededor de este instrumento. Se fabricaron pianos a millares, y se compusieron miles y miles de obras. Además de las obras extensas para concierto (como sonatas, conciertos para piano y orquesta, etc.), se compusieron multitud de pequeñas piezas para piano, que recibieron distintos nombres según su carácter o su funcionalidad: nocturno, estudio, balada, polonesa, mazurca, etc. Algunas de estas piezas servían para el estudio del instrumento, otras estaban basadas en alguna danza (mazurca, polonesa, polca), otras son más bien poéticas (nocturno, balada), etc.
Se puede decir que la práctica totalidad de los compositores del Romanticismo eran buenos pianistas, pero algunos de ellos fueron excepcionalmente buenos. Entre los mejores podemos citar al menos a tres: Frédéric Chopin, Robert Schumann y Franz Liszt. Chopin dedicó toda su vida exclusivamente al piano. Por su parte, Franz Liszt era el pianista más famoso y cotizado de su época. Era aclamado en todas las ciudades como un ídolo, y sus conciertos provocaban la admiración de todo aquel que lo escuchaba. Ganó muchísimo dinero y admiración como intérprete de piano, más que como compositor.
Pero aparte del piano, lo más atractivo de la música del Romanticismo es la música sinfónica. Y es que el siglo XIX es el gran siglo de la orquesta. Desde principios de siglo hasta finales la orquesta crece muchísimo, llegando a haber grandes orquestas de más de cien músicos, con todo tipo de instrumentos de cuerda, viento y percusión. Los instrumentos de viento mejoran muchísimo su técnica y su calidad de sonido.
De esta manera, casi todos los grandes compositores de esta época compusieron música para orquesta, especialmente conciertos para un instrumento solista y orquesta, y sinfonías.
Se puede decir que la sinfonía se convirtió en la gran forma musical para orquesta, por lo que hubo grandes sinfonistas en este periodo. Algunos de los más importantes sinfonistas del Romanticismo fueron:
- Franz Schubert: 9 sinfonías.
- Félix Mendelssohn: 5 sinfonías.
- Robert Schumann: 4 sinfonías.
- Anton Bruckner: 9 sinfonías.
- Johannes Brahms: 4 sinfonías.
- Anton Dvorak: 9 sinfonías.
- Tchaikovsky: 6 sinfonías.
- Gustav Mahler: 9 sinfonías.
Durante el Romanticismo los compositores cultivaron prácticamente los mismos géneros musicales que habían compuesto los compositores clásicos, tanto en música de cámara, como en música sinfónica, y también en música vocal.
Sin embargo, uno de los principales inventos de este periodo sería la música programática. Ésta se puede definir como un tipo de música sinfónica que sigue un tema o programa literario, el cual inspira la obra. Las dos formas de música programática son: la sinfonía programática, y el poema sinfónico. Los primeros compositores en componer este tipo de música fueron Héctor Berlioz y Franz Liszt.
La sinfonía programática consistía en una sinfonía (con sus tres, cuatro o más movimientos), pero con ella se pretendía contar alguna historia o relato, sólo con los sonidos de la orquesta. Un ejemplo podría ser la sinfonía “Harold en Italia”, de Héctor Berlioz, donde la orquesta trata de describir todos los acontecimientos que el personaje, Harold, vive en su viaje por Italia, tal y como se relatan en el libro.
Por su parte el poema sinfónico es una pieza en un solo movimiento, que suele durar entre 5 y 15 minutos, e igualmente trata de describir con los sonidos de la orquesta una historia o relato literario.
El Romanticismo también supuso el apogeo del nacionalismo musical. Éste se puede definir como aquella música que busca la esencia nacional haciendo uso de la danza y la canción folclórica de un país o región.
Los países donde el nacionalismo se desarrolló con mayor fuerza fueron aquellos en los que hasta el siglo XIX no habían tenido una gran tradición musical internacional, como era el caso de Italia, Francia, o incluso Alemania desde el siglo XVIII. Por tanto, sería en Rusia, en Centroeuropa, en los países escandinavos, y también en España, donde surgirían los más importantes compositores nacionalistas del siglo XIX, los cuales utilizaron en sus obras elementos musicales propios de su folclore nacional.
Algunos de los más importantes compositores nacionalistas fueron:
- En Rusia: Glinka, Rimski-Korsakov y Mussorgsky.
- En Centroeuropa: Smetana y Anton Dvorak.
- En España: Enrique Granados e Isaac Albéniz.
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martes, 25 de febrero de 2025
Retratos de compositores del Clasicismo
En el siguiente enlace se pueden bajar los retratos de compositores del Clasicismo, para utilizarlos en las actividades que se propongan.
sábado, 22 de febrero de 2025
Tema 6º: La música instrumental del Clasicismo
El Clasicismo es un periodo muy corto de la Historia de la Música, pero también muy intenso e importante, aunque sólo sea porque es la época de tres de los más grandes músicos de toda la historia: Haydn, Mozart y Beethoven. Dura aproximadamente unos 50 años, es decir, la segunda mitad del siglo XVIII, hasta principios del siglo XIX (aunque ya se sabe que los límites son siempre aproximados y varían de un país a otro).
Políticamente se van a producir dos acontecimientos que van a marcar el futuro de la Humanidad: la Revolución Francesa, y la Independencia de los Estados Unidos.
Pero desde el punto de vista artístico hay un nuevo estilo que marcará a todas las artes. Y es que se busca un nuevo arte caracterizado por el equilibrio, la proporción, la claridad, la serenidad y la sencillez. Si en el Barroco el arte se caracteriza por la exuberancia y lo recargado y exagerado de los adornos, el Clasicismo será todo lo contrario, se considera lo más bello y hermoso aquello que es sencillo, sin muchos adornos, bien proporcionado y bien equilibrado. Pueden observarse todas estas características viendo las pinturas y los edificios de esta época, edificios sencillos, equilibrados y simétricos.
También así será en la música del Clasicismo. De esta manera, la “música clásica” (cuyo nombre viene de Clasicismo) se construye con estas características:
- La melodía es lo más importante en este tipo de música, formada casi siempre de 8 compases, y buscando la simetría.
- El lenguaje musical es plenamente tonal, tal y como ocurría a finales del Barroco.
- Las melodías clásicas van acompañadas de un relleno armónico sencillo.
La música del Clasicismo es el reino de la melodía, que se convierte así en lo más importante de la música. Todos los demás elementos (armonía, ritmo, instrumentación) están al servicio de la melodía, que es lo más importante. Y estas melodías son sencillas y equilibradas, casi siempre de 8 compases, porque el número 8 es completamente simétrico y se puede dividir por 2 varias veces.
Tal y como ocurría ya en el último Barroco, el lenguaje musical del Clasicismo es plenamente tonal, donde el acompañamiento de sus melodías es un acompañamiento sencillo, con sencillos acordes en armonía tonal.
Los géneros de música instrumental del Clasicismo podemos dividirlos en aquellos que son de música para orquesta (lo que se llama música sinfónica), y música de cámara (música para pequeños grupos instrumentales). Así, en música orquestal, los dos géneros musicales más importantes serán: el concierto para un instrumento solista y orquesta por un lado, y la sinfonía por otro lado. En cuanto a la música de cámara, se compondrán obras para todo tipo de agrupaciones camerísticas: sonatas, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, etc.
El término sonata en el Clasicismo tiene un significado diferente al que tenía durante el Barroco, por lo que la sonata clásica es distinta a la sonata barroca. En primer lugar, la sonata clásica podía ser compuesta para piano solo, o bien para un instrumento solista acompañado de piano. Además, adoptó un esquema fijo en cuatro movimientos: el primero un movimiento rápido; el segundo un movimiento lento; el tercero un minueto; y el cuarto un movimiento rápido.
Este esquema de la sonata adquirió una gran importancia, porque fue tomado como modelo para casi toda la música instrumental del Clasicismo. Es por ello que tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, etc., no eran más que sonatas compuestas para estos grupos de instrumentos, siguiendo el mismo modelo que el de una sonata para piano con sus cuatro movimientos.
En lo que respecta a la orquesta del Clasicismo, ésta experimenta grandes cambios en comparación con el Barroco. Para empezar, crecen mucho sus dimensiones, tanto en lo que respecta a los instrumentos de cuerda frotada como a los de viento. Los clarinetes, un invento del siglo XVIII, se incorporan como un instrumento más de la orquesta. Además, durante todo este siglo va mejorando progresivamente la construcción de los instrumentos de viento, consiguiéndose cada vez un mejor sonido. Todo ello contribuyó a que la música para orquesta fuera muy importante en este periodo.
El concierto en el Clasicismo era también bastante diferente al concierto barroco. Ya no se acompañaba de bajo continuo, y tampoco existía ya el concerto grosso. Lo normal era el concierto clásico para un único instrumento solista acompañado (o en diálogo) con toda la orquesta. A veces había conciertos para más de un solista, pero son muy pocos. Los conciertos que más se compusieron durante el Clasicismo fueron para piano o para violín y orquesta.
Pero la gran invención del Clasicismo en cuanto a música orquestal será la sinfonía. Puede ésta definirse como una gran sonata para orquesta, que adoptó por tanto el mismo esquema formal que la sonata: primer movimiento rápido; segundo un movimiento lento; el tercero un minueto; y el cuarto un movimiento rápido.
Si lo normal en cada periodo de la historia es que haya muchos compositores (aunque no todos igual de buenos ni de importantes), el Clasicismo estuvo dominado por tres compositores que son de los más grandes de toda la historia.
El primero (en antigüedad) sería Joseph Haydn (1732-1809), que tuvo una larga vida, pues fue contemporáneo del padre de Mozart (Leopoldo Mozart), y llegó a vivir más que ningún otro miembro de la familia Mozart, pues murió en el siglo XIX. Haydn se considera el verdadero inventor del cuarteto de cuerda y de la sinfonía, por eso se le puede llamar el padre del Clasicismo, pues de él aprendieron muchos músicos posteriores. Entre la amplísima obra que compuso, podemos destacar la siguiente:
- 104 sinfonías.
- Numerosos conciertos para diversos instrumentos.
- 83 cuartetos de cuerda.
- Varios oratorios, entre ellos “La Creación” y “Las estaciones”.
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) es uno de los más grandes músicos de la historia. Hijo de una familia de músicos, su padre Leopold Mozart tenía un buen cargo como violinista en Salzburgo (Austria), y sus hermanas también eran músicos, aunque nadie en la familia tenía tanto talento como él. A los cinco años ya dio su primer concierto, y con doce años incluso compuso una ópera. La familia Mozart, como se dijo antes, siempre tuvo una estrecha relación de amistad con Haydn.
A pesar de haber vivido tan sólo 35 años, la obra de Mozart es muy amplia, incluyendo óperas y todo tipo de géneros instrumentales. Algunas de sus obras son:
- 41 sinfonías.
- Numerosos conciertos para diversos instrumentos, la mayoría de ellos para piano y orquesta.
- 22 óperas.
Ludwig van Beethoven (1770-1827) es otro de los grandes genios de la música. Vivió entre los siglos XVIII y XIX, y por eso se le considera el compositor que cerró el Clasicismo y abrió el nuevo periodo del Romanticismo. Su obra no es tan extensa como la de Mozart o la de Haydn, pero toda ella es considerada como obra maestra, llena de energía y originalidad. Y ello a pesar de haberse quedado sordo progresivamente durante los últimos años de su vida. Entre sus principales composiciones podemos destacar:
- 9 sinfonías.
- 7 conciertos.
- 32 sonatas para piano.
- 17 cuartetos de cuerda.
- Una ópera (“Fidelio”) y dos misas.
Políticamente se van a producir dos acontecimientos que van a marcar el futuro de la Humanidad: la Revolución Francesa, y la Independencia de los Estados Unidos.
Pero desde el punto de vista artístico hay un nuevo estilo que marcará a todas las artes. Y es que se busca un nuevo arte caracterizado por el equilibrio, la proporción, la claridad, la serenidad y la sencillez. Si en el Barroco el arte se caracteriza por la exuberancia y lo recargado y exagerado de los adornos, el Clasicismo será todo lo contrario, se considera lo más bello y hermoso aquello que es sencillo, sin muchos adornos, bien proporcionado y bien equilibrado. Pueden observarse todas estas características viendo las pinturas y los edificios de esta época, edificios sencillos, equilibrados y simétricos.
También así será en la música del Clasicismo. De esta manera, la “música clásica” (cuyo nombre viene de Clasicismo) se construye con estas características:
- La melodía es lo más importante en este tipo de música, formada casi siempre de 8 compases, y buscando la simetría.
- El lenguaje musical es plenamente tonal, tal y como ocurría a finales del Barroco.
- Las melodías clásicas van acompañadas de un relleno armónico sencillo.
La música del Clasicismo es el reino de la melodía, que se convierte así en lo más importante de la música. Todos los demás elementos (armonía, ritmo, instrumentación) están al servicio de la melodía, que es lo más importante. Y estas melodías son sencillas y equilibradas, casi siempre de 8 compases, porque el número 8 es completamente simétrico y se puede dividir por 2 varias veces.
Tal y como ocurría ya en el último Barroco, el lenguaje musical del Clasicismo es plenamente tonal, donde el acompañamiento de sus melodías es un acompañamiento sencillo, con sencillos acordes en armonía tonal.
Los géneros de música instrumental del Clasicismo podemos dividirlos en aquellos que son de música para orquesta (lo que se llama música sinfónica), y música de cámara (música para pequeños grupos instrumentales). Así, en música orquestal, los dos géneros musicales más importantes serán: el concierto para un instrumento solista y orquesta por un lado, y la sinfonía por otro lado. En cuanto a la música de cámara, se compondrán obras para todo tipo de agrupaciones camerísticas: sonatas, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, etc.
El término sonata en el Clasicismo tiene un significado diferente al que tenía durante el Barroco, por lo que la sonata clásica es distinta a la sonata barroca. En primer lugar, la sonata clásica podía ser compuesta para piano solo, o bien para un instrumento solista acompañado de piano. Además, adoptó un esquema fijo en cuatro movimientos: el primero un movimiento rápido; el segundo un movimiento lento; el tercero un minueto; y el cuarto un movimiento rápido.
Este esquema de la sonata adquirió una gran importancia, porque fue tomado como modelo para casi toda la música instrumental del Clasicismo. Es por ello que tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, etc., no eran más que sonatas compuestas para estos grupos de instrumentos, siguiendo el mismo modelo que el de una sonata para piano con sus cuatro movimientos.
En lo que respecta a la orquesta del Clasicismo, ésta experimenta grandes cambios en comparación con el Barroco. Para empezar, crecen mucho sus dimensiones, tanto en lo que respecta a los instrumentos de cuerda frotada como a los de viento. Los clarinetes, un invento del siglo XVIII, se incorporan como un instrumento más de la orquesta. Además, durante todo este siglo va mejorando progresivamente la construcción de los instrumentos de viento, consiguiéndose cada vez un mejor sonido. Todo ello contribuyó a que la música para orquesta fuera muy importante en este periodo.
El concierto en el Clasicismo era también bastante diferente al concierto barroco. Ya no se acompañaba de bajo continuo, y tampoco existía ya el concerto grosso. Lo normal era el concierto clásico para un único instrumento solista acompañado (o en diálogo) con toda la orquesta. A veces había conciertos para más de un solista, pero son muy pocos. Los conciertos que más se compusieron durante el Clasicismo fueron para piano o para violín y orquesta.
Pero la gran invención del Clasicismo en cuanto a música orquestal será la sinfonía. Puede ésta definirse como una gran sonata para orquesta, que adoptó por tanto el mismo esquema formal que la sonata: primer movimiento rápido; segundo un movimiento lento; el tercero un minueto; y el cuarto un movimiento rápido.
Si lo normal en cada periodo de la historia es que haya muchos compositores (aunque no todos igual de buenos ni de importantes), el Clasicismo estuvo dominado por tres compositores que son de los más grandes de toda la historia.
El primero (en antigüedad) sería Joseph Haydn (1732-1809), que tuvo una larga vida, pues fue contemporáneo del padre de Mozart (Leopoldo Mozart), y llegó a vivir más que ningún otro miembro de la familia Mozart, pues murió en el siglo XIX. Haydn se considera el verdadero inventor del cuarteto de cuerda y de la sinfonía, por eso se le puede llamar el padre del Clasicismo, pues de él aprendieron muchos músicos posteriores. Entre la amplísima obra que compuso, podemos destacar la siguiente:
- 104 sinfonías.
- Numerosos conciertos para diversos instrumentos.
- 83 cuartetos de cuerda.
- Varios oratorios, entre ellos “La Creación” y “Las estaciones”.
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) es uno de los más grandes músicos de la historia. Hijo de una familia de músicos, su padre Leopold Mozart tenía un buen cargo como violinista en Salzburgo (Austria), y sus hermanas también eran músicos, aunque nadie en la familia tenía tanto talento como él. A los cinco años ya dio su primer concierto, y con doce años incluso compuso una ópera. La familia Mozart, como se dijo antes, siempre tuvo una estrecha relación de amistad con Haydn.
A pesar de haber vivido tan sólo 35 años, la obra de Mozart es muy amplia, incluyendo óperas y todo tipo de géneros instrumentales. Algunas de sus obras son:
- 41 sinfonías.
- Numerosos conciertos para diversos instrumentos, la mayoría de ellos para piano y orquesta.
- 22 óperas.
Ludwig van Beethoven (1770-1827) es otro de los grandes genios de la música. Vivió entre los siglos XVIII y XIX, y por eso se le considera el compositor que cerró el Clasicismo y abrió el nuevo periodo del Romanticismo. Su obra no es tan extensa como la de Mozart o la de Haydn, pero toda ella es considerada como obra maestra, llena de energía y originalidad. Y ello a pesar de haberse quedado sordo progresivamente durante los últimos años de su vida. Entre sus principales composiciones podemos destacar:
- 9 sinfonías.
- 7 conciertos.
- 32 sonatas para piano.
- 17 cuartetos de cuerda.
- Una ópera (“Fidelio”) y dos misas.
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sábado, 15 de febrero de 2025
Tema 5º: Música instrumental barroca
El Barroco, época de grandes avances científicos, técnicos y filosóficos, será también la época en la que la música instrumental alcanzará grandes metas. Nunca antes esta música instrumental llegó a ser tan importante. Podríamos incluso decir que, al final del Barroco (ya en el siglo XVIII), este tipo de música llegó a ser tan importante como la música vocal.
Las razones por las que la música instrumental llegó a esta situación podemos sintetizarlas en dos:
- Porque surgieron grandes constructores de instrumentos musicales, como las familias de los Stradivarius, los Amati, y los Guarnieri.
Las razones por las que la música instrumental llegó a esta situación podemos sintetizarlas en dos:
- Porque surgieron grandes constructores de instrumentos musicales, como las familias de los Stradivarius, los Amati, y los Guarnieri.
- Porque los músicos alcanzaron una gran maestría a la hora de tocar los instrumentos.
Efectivamente, a lo largo del siglo XVII hubo familias en Europa que aprendieron una técnica prodigiosa de hacer los instrumentos; estos artesanos recibían el nombre de luthiers. La perfección con la que construían estos instrumentos sigue siendo un misterio para los constructores de hoy día, que no son capaces de imitar la calidad de un violín Stradivarius o Guarnieri.
Junto a estos instrumentos tan prodigiosos, también en el Barroco surgen grandes intérpretes de tales instrumentos. Todo ello hace que los compositores se sientan atraídos por componer buena música instrumental para esos instrumentos y esos intérpretes tan virtuosos.
Las características de esta música instrumental barroca son similares a las de la música vocal, incluso podríamos decir que son más remarcables que en aquella. Por tanto, su ritmo es también incisivo, se utiliza el estilo concertato, siempre está presente el bajo continuo, etc. Y además de ello, surge un estilo musical propiamente instrumental, que es distinto al vocal, algo que no ocurría ni en la Edad Media ni en el Renacimiento, donde se componía igual para la música vocal que para la instrumental.
La orquesta, como agrupación numerosa de instrumentos, nace en el Barroco. Ni en la Edad Media ni en el Renacimiento cabe hablar de orquesta, porque no existían. Pero en esta nueva época empieza a haber agrupaciones instrumentales grandes (de al menos diez o doce instrumentos) que se llaman orquestas, y se compone música exclusivamente para ellas.
Durante el Barroco se siguen componiendo y tocando muchos de los tipos de música instrumental que ya se interpretaban durante el Renacimiento. Pero además, surgen nuevas formas instrumentales, principalmente la suite, la fuga, la sonata y el concerto.
La suite barroca es una consecuencia de la gran importancia que la música de danza llegó a alcanzar durante el Renacimiento. De esta manera, la suite era una forma instrumental que consistía en la unión en una sola obra de varias danzas, alternándose unas con otras según su carácter y ritmo. Así, a una danza lenta le seguía una rápida, y viceversa.
Estas piezas de la suite estaban basadas en el ritmo de las antiguas danzas (pavana, gallarda, gavota, zarabanda, giga, etc.), aunque ya no era música para bailar, sino simplemente para escuchar en concierto. Se componían suites para orquesta o bien para teclado solo (clavicémbalo), y había en Europa dos modelos de suite: uno francés y otro alemán.
Pero más importante que la suita era la sonata barroca. Ésta era una forma instrumental que alternaba diversos movimientos (normalmente cuatro), unos rápidos con otros lentos. El compositor italiano Arcangelo Corelli sería quien definió este modelo de sonata en cuatro tiempos.
Había tres tipos distintos de sonatas según los instrumentos para los que estaba compuesta:
- Sonata para teclado solo (órgano o clave).
- Sonata a solo (para un instrumento solista acompañado de bajo continuo).
- Sonata a trío (para dos instrumentos solistas acompañados de bajo continuo).
La fuga es otra de las formas instrumentales que surge durante el Barroco, si bien durante el Renacimiento había unas formas instrumentales que se le asemejaban, aunque sin llegar a ser una fuga. Podemos definir la fuga como una composición instrumental o vocal que se basa en un único tema musical, a partir del cual deriva toda la obra, haciendo un uso continuo de la imitación. Johann Sebastian Bach será el gran compositor de fugas para órgano de este periodo.
Y en lo que respecta a la música para orquesta, el concerto será la principal forma musical. Su invención es consecuencia del empleo del estilo concertato, contraponiendo o enfrentando un grupo reducido de instrumentos frente a otro grupo más numeroso, y generándose así un diálogo entre ambos grupos.
Así, el concerto sería una forma musical barroca para orquesta que adoptó un esquema fijo en tres movimientos: 1º rápido – 2º lento – 3º rápido.
En el Barroco había dos tipos de concerto:
- Concerto grosso: para un grupo de solistas (llamado concertino) en diálogo con la orquesta (llamada el tutti).
- Concerto solo: para un único instrumento en diálogo con la orquesta.
El Barroco es un periodo crucial en la Historia de la Música, donde se ponen los cimientos de la música más moderna que surgirá en los siglos siguientes. Es por ello que son muchos los compositores importantes de esta época que aparecen en loso distintos países europeos.
En Italia, además del ya mencionado Arcangelo Corelli y su importancia en la formación de la sonata barroca, hay que hablar de Antonio Vivaldi. Su labor en Venecia fue muy estimada, donde llegó a formar y dirigir una orquesta sólo de niñas huérfanas, que alcanzó una maestría reconocida en toda Europa.
Hablar de Alemania durante el Barroco es hablar de uno de los más grandes compositores de toda la historia: Johann Sebastian Bach. Su obra es inmensa, tanto en música vocal como instrumental (fugas, preludios, sonatas, suites y concertos).
Georg Friedrich Händel (o Haendel) será reconocido como el más importante compositor instrumental en Inglaterra, a pesar de ser alemán.
Couperin y Rameau se pueden considerar entre los más importantes compositores franceses, éste último compositor también de importantes óperas.
La música española del Barroco no se considera de la misma talla internacional que llegó a tener en otros periodos de la historia, como por ejemplo en el Renacimiento. Sin embargo, es justo señalar al menos un par de compositores de gran talento. Uno de ellos fue el organista sevillano Francisco Correa de Arauxo. Y otro fue el catalán Antonio Soler, que trabajó en El Escorial para los reyes de España. También hubo guitarristas de gran talento en la España de esta época, pues la guitarra siempre fue un instrumento español muy apreciado.
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Efectivamente, a lo largo del siglo XVII hubo familias en Europa que aprendieron una técnica prodigiosa de hacer los instrumentos; estos artesanos recibían el nombre de luthiers. La perfección con la que construían estos instrumentos sigue siendo un misterio para los constructores de hoy día, que no son capaces de imitar la calidad de un violín Stradivarius o Guarnieri.
Junto a estos instrumentos tan prodigiosos, también en el Barroco surgen grandes intérpretes de tales instrumentos. Todo ello hace que los compositores se sientan atraídos por componer buena música instrumental para esos instrumentos y esos intérpretes tan virtuosos.
Las características de esta música instrumental barroca son similares a las de la música vocal, incluso podríamos decir que son más remarcables que en aquella. Por tanto, su ritmo es también incisivo, se utiliza el estilo concertato, siempre está presente el bajo continuo, etc. Y además de ello, surge un estilo musical propiamente instrumental, que es distinto al vocal, algo que no ocurría ni en la Edad Media ni en el Renacimiento, donde se componía igual para la música vocal que para la instrumental.
La orquesta, como agrupación numerosa de instrumentos, nace en el Barroco. Ni en la Edad Media ni en el Renacimiento cabe hablar de orquesta, porque no existían. Pero en esta nueva época empieza a haber agrupaciones instrumentales grandes (de al menos diez o doce instrumentos) que se llaman orquestas, y se compone música exclusivamente para ellas.
Durante el Barroco se siguen componiendo y tocando muchos de los tipos de música instrumental que ya se interpretaban durante el Renacimiento. Pero además, surgen nuevas formas instrumentales, principalmente la suite, la fuga, la sonata y el concerto.
La suite barroca es una consecuencia de la gran importancia que la música de danza llegó a alcanzar durante el Renacimiento. De esta manera, la suite era una forma instrumental que consistía en la unión en una sola obra de varias danzas, alternándose unas con otras según su carácter y ritmo. Así, a una danza lenta le seguía una rápida, y viceversa.
Estas piezas de la suite estaban basadas en el ritmo de las antiguas danzas (pavana, gallarda, gavota, zarabanda, giga, etc.), aunque ya no era música para bailar, sino simplemente para escuchar en concierto. Se componían suites para orquesta o bien para teclado solo (clavicémbalo), y había en Europa dos modelos de suite: uno francés y otro alemán.
Pero más importante que la suita era la sonata barroca. Ésta era una forma instrumental que alternaba diversos movimientos (normalmente cuatro), unos rápidos con otros lentos. El compositor italiano Arcangelo Corelli sería quien definió este modelo de sonata en cuatro tiempos.
Había tres tipos distintos de sonatas según los instrumentos para los que estaba compuesta:
- Sonata para teclado solo (órgano o clave).
- Sonata a solo (para un instrumento solista acompañado de bajo continuo).
- Sonata a trío (para dos instrumentos solistas acompañados de bajo continuo).
La fuga es otra de las formas instrumentales que surge durante el Barroco, si bien durante el Renacimiento había unas formas instrumentales que se le asemejaban, aunque sin llegar a ser una fuga. Podemos definir la fuga como una composición instrumental o vocal que se basa en un único tema musical, a partir del cual deriva toda la obra, haciendo un uso continuo de la imitación. Johann Sebastian Bach será el gran compositor de fugas para órgano de este periodo.
Y en lo que respecta a la música para orquesta, el concerto será la principal forma musical. Su invención es consecuencia del empleo del estilo concertato, contraponiendo o enfrentando un grupo reducido de instrumentos frente a otro grupo más numeroso, y generándose así un diálogo entre ambos grupos.
Así, el concerto sería una forma musical barroca para orquesta que adoptó un esquema fijo en tres movimientos: 1º rápido – 2º lento – 3º rápido.
En el Barroco había dos tipos de concerto:
- Concerto grosso: para un grupo de solistas (llamado concertino) en diálogo con la orquesta (llamada el tutti).
- Concerto solo: para un único instrumento en diálogo con la orquesta.
El Barroco es un periodo crucial en la Historia de la Música, donde se ponen los cimientos de la música más moderna que surgirá en los siglos siguientes. Es por ello que son muchos los compositores importantes de esta época que aparecen en loso distintos países europeos.
En Italia, además del ya mencionado Arcangelo Corelli y su importancia en la formación de la sonata barroca, hay que hablar de Antonio Vivaldi. Su labor en Venecia fue muy estimada, donde llegó a formar y dirigir una orquesta sólo de niñas huérfanas, que alcanzó una maestría reconocida en toda Europa.
Hablar de Alemania durante el Barroco es hablar de uno de los más grandes compositores de toda la historia: Johann Sebastian Bach. Su obra es inmensa, tanto en música vocal como instrumental (fugas, preludios, sonatas, suites y concertos).
Georg Friedrich Händel (o Haendel) será reconocido como el más importante compositor instrumental en Inglaterra, a pesar de ser alemán.
Couperin y Rameau se pueden considerar entre los más importantes compositores franceses, éste último compositor también de importantes óperas.
La música española del Barroco no se considera de la misma talla internacional que llegó a tener en otros periodos de la historia, como por ejemplo en el Renacimiento. Sin embargo, es justo señalar al menos un par de compositores de gran talento. Uno de ellos fue el organista sevillano Francisco Correa de Arauxo. Y otro fue el catalán Antonio Soler, que trabajó en El Escorial para los reyes de España. También hubo guitarristas de gran talento en la España de esta época, pues la guitarra siempre fue un instrumento español muy apreciado.
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miércoles, 8 de enero de 2025
Retratos de compositores del Barroco
A continuación se pueden bajar los retratos de compositores del Barroco, para conocerlos y utilizarlos en las actividades que se puedan proponer.
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